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Cinco claves para alimentarte bien mientras teletrabajas

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Martes, 23 marzo, 2021

Estudios

Laura Vivas Redactora de CUNIMAD

En el último año la cifra de personas teletrabajando en España se ha duplicado por la pandemia. Un millón de trabajadores se sumaron de un día para otro al grupo de quienes desempeñan sus funciones desde casa, con las consecuencias que conlleva esta nueva situación.

A día de hoy, el teletrabajo tiene tanto detractores, que reniegan de su eficacia por el aislamiento social que para muchos supone, como defensores, que alegan el beneficio para el medioambiente y el ahorro de transporte. Lo cierto es que su práctica implica una alteración en nuestra rutina diaria, algo que incide directamente en lo que consumimos y cómo lo asimilamos.

Hablamos sobre este tema con dos expertos en nutrición y docentes de CUNIMAD, Edwin Fernández Cruz y Raúl Gómez Chamizo.

Teletrabajo: sedentarismo y calorías

Teletrabajar en casa supone un menor gasto energético al no trasladarnos y menos actividad física en general. Esto hace que con frecuencia tengamos un consumo inapropiado de alimentos, como más ingesta de comida calórica o un mayor picoteo entre horas.

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“El descenso en la energía destinada a la actividad física por la falta de desplazamiento debería repercutir en la carga calórica total de la dieta, pero no en la ingesta de nutrientes esenciales. Debemos limitar el consumo de azúcares y productos ricos en grasas, especialmente saturadas”, detalla Edwin Fernández Cruz.

El docente enfatiza que es importante consumir fibra, ya que el sedentarismo perjudica el tránsito intestinal. De la misma forma, Raúl Gómez Chamizo habla del consumo de fibra soluble e insoluble a través de alimentos de bajo contenido calórico como hortalizas y verduras.

Ambos coinciden en la hidratación como factor clave. “Muchas veces confundimos la sensación de sed con sensación de hambre”, señala Fernández, en consecuencia, se come cuando en realidad lo que necesita el cuerpo es agua. Como describe Gómez, “la mayor ingestión debería ser de líquido a través de sopas, agua o infusiones”. La principal bebida a consumir tiene que ser agua, y hay que disminuir la ingesta de zumos y otras bebidas ricas en azúcares de absorción rápida.

Lo importante para ambos nutricionistas es hacer una buena distribución calórica diaria a través de alimentos frescos y naturales, donde obviamente quedan excluidos los alimentos ultraprocesados, las bebidas carbonatadas y los alimentos etiquetados como ‘bajos en grasa’, ‘ligth’ o ‘zero’ ya que no tienen un buen aporte nutritivo. Un nutricionista como asesor siempre es conveniente en los procesos de adquisición de buenos hábitos alimenticios.

Hábitos de cocina beneficiosos

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Para los dos expertos es importante concienciar a la población sobre lo que implica el teletrabajo y adoptar buenas prácticas:

  • Elaborar la comida de la semana durante el fin de semana, el llamado batchcooking en los últimos años. La práctica puede convertirse en una actividad familiar que, además, permita planificar mejor las comidas a lo largo de la semana.
  • Las verduras deben estar siempre presentes, así como las frutas, que pueden consumirse como postre o entre horas dependiendo de las rutinas de cada uno.
  • Un desayuno rico en proteínas de alto valor biológico, como detalla Gómez, es necesario para consumir los nutrientes para comenzar la jornada. “Como su nombre indica, se produce tras un tiempo de ayuno. En ese momento el cuerpo requiere de los nutrientes necesarios para iniciar el día”. Por su parte, Fernández explica que el desayuno siempre es importante, independientemente de la forma de trabajo que desarrollemos. Beber agua e introducir alimentos saludables como cereales integrales, que presentan carbohidratos de absorción lenta, permite regular los mecanismos hormonales de hambre/saciedad hasta la siguiente ingesta.
  • No comprar alimentos poco saludables. Así se evita la tentación de picar entre horas comidas que no traerán ningún beneficio.
  • Poner en tu mesa una botella de agua para tenerla a mano e hidratarte. De esta forma evitarás otro tipo de ingesta y le darás a tu estómago la sensación de saciedad.

Lo importante, como ya hemos mencionado, es que tomemos consciencia del cambio de ritmo que ha implicado esta nueva forma de trabajo y nos adaptemos con las mejores prácticas. Nuestro organismo lo agradecerá.

Titulación relacionada:

 Grado en Nutrición Humana y Dietética* (en proceso de extinción)